Donald Trump busca transformar rápidamente el sistema de inmigración de Estados Unidos. En el marco de su investidura, el presidente destituyó a las cuatro juezas responsables de supervisar las 71 cortes federales de migración, un sistema que enfrenta un atasco con 3,5 millones de casos pendientes. Esta acción se suma a la firma de una decena de medidas en su primer día en la Casa Blanca, que restringen drásticamente el acceso de migrantes, ya sea como indocumentados o refugiados legales.
Fuentes del nuevo Departamento de Justicia confirmaron a los medios estadounidenses la destitución de las juezas, comunicada a la Oficina Ejecutiva para la Revisión de la Inmigración en las primeras horas del Gobierno entrante. Las funcionarias cesadas son la jueza presidenta, Sheila McNulty; la directora del sistema, Mary Cheng; la encargada de políticas públicas, Lauren Alder Reid; y la abogada general, Jill Anderson. Todas ellas contaban con amplia experiencia y habían servido a presidentes de ambos partidos en el sistema de tribunales especializados creado en 1983, que depende del Ejecutivo y no del Poder Judicial.
Fuente: EL PAIS